I
Me va mal, cada vez peor. Todos los cimientos de mi vida oscilan como péndulos y no creo haber contribuido mucho a ello (aunque sí algo). Miro por la ventana y la preciosa marisma con ese color verde amarillento me calma, veo garzas y garcetas todo el tiempo, y a veces hasta una esbelta y señorial espátula traza semicírculos con el cuello para buscar alimento a no muchos metros de mí. La suerte de que la Ley impida edificar frente a mi casa se ve seriamente alterada, porque los señores del urbanismo sí se han percatado de que cabe una carreterita de entrada al pueblo.
II
Ando (risas) de baja por una operación de ligamentos en un pie, y al cumplirse un mes sigo imposibilitado para relizar mi trabajo bien y sin riesgos. Qué más quisiera yo estar corriendo, saltando y haciendo fotos por el campo en los ratos libres; pero simplemente no puedo. Parece no pensar lo mismo este sistema que me ha reducido la nómina en un 33%, quedándome sólo liquidez para afrontar la hipoteca.
III
No está siendo un año bueno. En mi trabajo se ha producido una disminución de la productividad bestial, y siendo el único empleado no he tenido que ser listo para entender que los pluses se borrarían como una huella en la arena, y que mi puesto navega a merced del viento, como náufrago. Para colmo, no está el mercado ofreciendo mucho curro.
IV
Sigo sin entender cómo se ha inyectado la ingente cantidad de dinero a la banca y subvencionado al sector automovilístico y de la construcción para no conseguir nada de lo propuesto, e ignorar al mismo tiempo a gente con serios problemas financieros. Menos entiendo que lo que provocaron pocos lo paguemos muchos, y que nadie pida responsabilidades. Cabe recordar que el primer artículo de la Constitución Española dice que España es un Estado Social, y tal aseveración no me cuadra con los cambios en la edad de jubilación o la retirada de deducciones por maternidad. Para ser el primero podría haber sido un poco más sutil el Gobierno ¿no os parece?
V
Estamos en guerra. Tal vez no lo consideremos así exactamente porque en España no se oyen tiros ni se ha declarado el Estado de Sitio; no. Pero nos fuimos a Irak, seguimos en Afganistán y Libia, y nos escudamos en la OTAN para mostrar al mundo cobardía e hipocresía en muy alto exponente. Además, como dice mi admirado periodista D. Gervasio Sánchez, nuestro presidente es un traficante de armas, cosa que queda demostrada si se lee la letra pequeñísima de los Consejos de Ministros.
VI
Mientras gano menos, los políticos a veces ni siquiera asisten a las sesiones del Congreso, que entre los dos periodos ofrece la generosa interrupción cuasi vacacional de tres meses. Da la sensación de que no piensan que son quienes nos representan. Pero peor es el Senado, que condenado al papel de figurante, ve cómo sus miembros sestean en la sobremesa la excesiva ingesta de copiosos almuerzos madrileños y tintos riojanos. Me acuerdo de sus sueldos, retribuciones adicionales, jubilación, y otros privilegios como que entre todos le paguemos la cuenta de la citada comilona...
VII
El descarado presidente (hoy expresidente) de la CEOE apunta la receta anticrisis sin ruborizarse: trabajar más y cobrar menos. Digo yo que algo podrán hacer los empresarios también ¿no? Todo se queda pequeño cuando el Gobierno de la Nación, entre aplausos del principal partido opositor, acata y obedece, provocando el mayor movimiento hipócrita de la era democrática española, las huelgas generales sindicales. Sigo sin ver la solución.
VIII
En el plano estrictamente personal, desde principios de febrero sólo he recibido malas noticias. Desde la muerte de un familiar y referente, hasta dolencias, enfermedad y periodos de padecimiento en otros varios allegados. El agobio es un estado de ánimo que ya parece permanente en mí, pero quiero canalizar mis arrebatos contra cualquier cosa menos contra quienes tengo cerca, que al fin y al cabo (gran obra fotográfica de Pérez Siquier) son quienes me ayudan a salir adelante.
IX
Me entero de un movimiento social de protesta, pacífico, reinvidicando democracia real, manifestándose con un fin intangible, idealista, de gente joven y no tan joven que parece que flota, afortunadamente, por encima del mar de estupidez televisiva en que estamos, y con ánimo de pedir nada para ellos. Hartos, como yo, de que dé igual cuál de los que parecen los dos únicos partidos acceda al Gobierno, quieren despertar conciencias e invitar a que la gente piense en su voto, lea proyectos de terceras agrupaciones políticas y a que, si están igual de hartos que ellos, y que yo, del bipartidismo tan impuesto como consentido por todos, meta la papeleta de un partido diferente a esos dos que cada vez son más "lo mismo".
X
Jornada de reflexión: yo ya había decidido usar mi voto como ladrillo para castigar duramente la indi-gestión de los últimos años (algo que vengo llamando "operación ladrillo en rostro"), pero ahora he encontrado con que no estoy solo. Y lo mejor es que esta puede ser la primera piedra, ya que las generales están a menos de un año ya. Ésta no será una solución definitiva, pero sí una seria llamada de atención. Sin querer meter los pies en el limoso, casi fecal, terreno de la política, invito a que votéis lo que os salga del mismísimo píloro, pero que os déis antes un paseo por Democracia Real Ya, por su manifiesto, por No Les Votes, que veais esto, escuchéis esto, leais esto, esto otro, y seais consecuentes luego. De nada sirve votar por costumbre, como venimos comprobando cada día en tantas cosas.
Me va mal, cada vez peor. Todos los cimientos de mi vida oscilan como péndulos y no creo haber contribuido mucho a ello (aunque sí algo). Miro por la ventana y la preciosa marisma con ese color verde amarillento me calma, veo garzas y garcetas todo el tiempo, y a veces hasta una esbelta y señorial espátula traza semicírculos con el cuello para buscar alimento a no muchos metros de mí. La suerte de que la Ley impida edificar frente a mi casa se ve seriamente alterada, porque los señores del urbanismo sí se han percatado de que cabe una carreterita de entrada al pueblo.
II
Ando (risas) de baja por una operación de ligamentos en un pie, y al cumplirse un mes sigo imposibilitado para relizar mi trabajo bien y sin riesgos. Qué más quisiera yo estar corriendo, saltando y haciendo fotos por el campo en los ratos libres; pero simplemente no puedo. Parece no pensar lo mismo este sistema que me ha reducido la nómina en un 33%, quedándome sólo liquidez para afrontar la hipoteca.
III
No está siendo un año bueno. En mi trabajo se ha producido una disminución de la productividad bestial, y siendo el único empleado no he tenido que ser listo para entender que los pluses se borrarían como una huella en la arena, y que mi puesto navega a merced del viento, como náufrago. Para colmo, no está el mercado ofreciendo mucho curro.
IV
Sigo sin entender cómo se ha inyectado la ingente cantidad de dinero a la banca y subvencionado al sector automovilístico y de la construcción para no conseguir nada de lo propuesto, e ignorar al mismo tiempo a gente con serios problemas financieros. Menos entiendo que lo que provocaron pocos lo paguemos muchos, y que nadie pida responsabilidades. Cabe recordar que el primer artículo de la Constitución Española dice que España es un Estado Social, y tal aseveración no me cuadra con los cambios en la edad de jubilación o la retirada de deducciones por maternidad. Para ser el primero podría haber sido un poco más sutil el Gobierno ¿no os parece?
V
Estamos en guerra. Tal vez no lo consideremos así exactamente porque en España no se oyen tiros ni se ha declarado el Estado de Sitio; no. Pero nos fuimos a Irak, seguimos en Afganistán y Libia, y nos escudamos en la OTAN para mostrar al mundo cobardía e hipocresía en muy alto exponente. Además, como dice mi admirado periodista D. Gervasio Sánchez, nuestro presidente es un traficante de armas, cosa que queda demostrada si se lee la letra pequeñísima de los Consejos de Ministros.
VI
Mientras gano menos, los políticos a veces ni siquiera asisten a las sesiones del Congreso, que entre los dos periodos ofrece la generosa interrupción cuasi vacacional de tres meses. Da la sensación de que no piensan que son quienes nos representan. Pero peor es el Senado, que condenado al papel de figurante, ve cómo sus miembros sestean en la sobremesa la excesiva ingesta de copiosos almuerzos madrileños y tintos riojanos. Me acuerdo de sus sueldos, retribuciones adicionales, jubilación, y otros privilegios como que entre todos le paguemos la cuenta de la citada comilona...
VII
El descarado presidente (hoy expresidente) de la CEOE apunta la receta anticrisis sin ruborizarse: trabajar más y cobrar menos. Digo yo que algo podrán hacer los empresarios también ¿no? Todo se queda pequeño cuando el Gobierno de la Nación, entre aplausos del principal partido opositor, acata y obedece, provocando el mayor movimiento hipócrita de la era democrática española, las huelgas generales sindicales. Sigo sin ver la solución.
VIII
En el plano estrictamente personal, desde principios de febrero sólo he recibido malas noticias. Desde la muerte de un familiar y referente, hasta dolencias, enfermedad y periodos de padecimiento en otros varios allegados. El agobio es un estado de ánimo que ya parece permanente en mí, pero quiero canalizar mis arrebatos contra cualquier cosa menos contra quienes tengo cerca, que al fin y al cabo (gran obra fotográfica de Pérez Siquier) son quienes me ayudan a salir adelante.
IX
Me entero de un movimiento social de protesta, pacífico, reinvidicando democracia real, manifestándose con un fin intangible, idealista, de gente joven y no tan joven que parece que flota, afortunadamente, por encima del mar de estupidez televisiva en que estamos, y con ánimo de pedir nada para ellos. Hartos, como yo, de que dé igual cuál de los que parecen los dos únicos partidos acceda al Gobierno, quieren despertar conciencias e invitar a que la gente piense en su voto, lea proyectos de terceras agrupaciones políticas y a que, si están igual de hartos que ellos, y que yo, del bipartidismo tan impuesto como consentido por todos, meta la papeleta de un partido diferente a esos dos que cada vez son más "lo mismo".
X
Jornada de reflexión: yo ya había decidido usar mi voto como ladrillo para castigar duramente la indi-gestión de los últimos años (algo que vengo llamando "operación ladrillo en rostro"), pero ahora he encontrado con que no estoy solo. Y lo mejor es que esta puede ser la primera piedra, ya que las generales están a menos de un año ya. Ésta no será una solución definitiva, pero sí una seria llamada de atención. Sin querer meter los pies en el limoso, casi fecal, terreno de la política, invito a que votéis lo que os salga del mismísimo píloro, pero que os déis antes un paseo por Democracia Real Ya, por su manifiesto, por No Les Votes, que veais esto, escuchéis esto, leais esto, esto otro, y seais consecuentes luego. De nada sirve votar por costumbre, como venimos comprobando cada día en tantas cosas.
7 comentarios:
Me gusta mucho ese paso de la desesperanza hacia la esperanza...
Amén, Andrés, amén
Mírate mi último post. Igual te anima algo.
En mi casa somos dos "recortados". Tres mil euros menos al año por el morro.
Este año sueldo congelado y parece ser que disminución drástica de las pagas extraordinarias.
Tengo dolenciasas crónicas pero ya me he acostumbrado a ellas y las pastillas.
No te preocupes amigo, estas bajo el "síndrome de la intervención". Cuando te recuperes (con infinita paciencia, estoy operado de las dos rodillas) verás que todo desaparece.
He dado clases a muchos bomberos, sois un tipo de persona especial. Optimistas, generosos, de amplias miras.
Todo volverá a su cauce, amigo.
Un abrazo.
Gracias Josep. Tus palabras me llegan al corazón, y no exagero.
Sólo una cosa, no soy bombero, aunque no me importaría serlo. Simplemente uso este blog para publicitar desinteresadamente a BUSF, ONG que conozco gracias a la pertenencia de mi cuñado.
Andrés, no imaginaba que en tu gremio (empresa) hubiera crisis, me dejas perplejo...(ja,ja,ja).
Por otra parte, no voy a votar con lo que me diga el pírolo, pero estoy en duda de votar lo que me dicta el prepucio o por el contrario lo que me aconseja el escroto...no sé, quizá le haga caso al esfinter!
Sin duda, una buena entrada amigo.
lamento mucho lo de tu familiar y referente, eso lo primero, lamento tus problemas y bajones, creeme si te digo que sé de lo que hablas y por lo que estas pasando.
lamento los recortes sociales y lamento al presidente pacifista que vende mas armas que nadie y nos ha embarcado en dos guerras sin que nadie diga esta boca es mia. lamento a esta sociedad. lamento q se inyecte dinero a los constructores, concesionarios y bancos y no a los autonomos, fontaneros, carpinteros, panaderos, fotografos, a la gente buena, en fin. lamento no haber leido antes este post y poner mi granito de arena en la montaña de animos y fuerza que vas a recibir y me alegra por encima de todo tenerte como amigo.
un fuerte abrazo
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