Qué razón tienes Ángel. Yo no entiendo eso de eternizar los restos humanos sino en uno mismo a través de recuerdos, y mucho menos si te toca sufragar renta o contribución por ello. No nos damos cuenta de que lo que antes era un lugar de culto es ya otro páramo materialista.
Como en cualquier buena imagen hay varias historias que suponer. Hay amor en esas humildes flores de plástico que alguien dejó en recuerdo de un ser querido. Hay esa sensación de ese "descanso eterno" tras ese pequeño muro encalado que separa el nicho del mundo exterior. Hay reflexión en torno a aquello de Becquer: "...dios mio, que solos se quedan los muertos" Hay una buena imagen, en definitiva. Sin mas pretensiones que hacer que el espectador reflexione, que no es poco. Un abrazo,
7 comentarios:
Intentamos llevarnos las posesiones a la tumba, definitivamente esta sociedad necesita un revulsivo.
Bien vista Andrés
Je,je, qué buena herencia...
Qué razón tienes Ángel. Yo no entiendo eso de eternizar los restos humanos sino en uno mismo a través de recuerdos, y mucho menos si te toca sufragar renta o contribución por ello. No nos damos cuenta de que lo que antes era un lugar de culto es ya otro páramo materialista.
Eso sí, muy respetable.
Pues yo en esta foto veo sentimientos, y como tal la irracionalidad del humano... y la belleza que encierra.
Una toma para reflexionar.
Saludos.
Tener como propiedad el sitio donde te van a enterrar para que después te vayan a visitar... o no...
Como en cualquier buena imagen hay varias historias que suponer.
Hay amor en esas humildes flores de plástico que alguien dejó en recuerdo de un ser querido.
Hay esa sensación de ese "descanso eterno" tras ese pequeño muro encalado que separa el nicho del mundo exterior.
Hay reflexión en torno a aquello de Becquer: "...dios mio, que solos se quedan los muertos"
Hay una buena imagen, en definitiva. Sin mas pretensiones que hacer que el espectador reflexione, que no es poco.
Un abrazo,
Detallista y reflexiva. Buena captura.
Saludos.
Ramón
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