Salí a fotografiar el eclipse de luna sin percatarme de que la zapata del trípode la dejé en casa, de modo que cambié de intenciones. El que no disfruta es porque no quiere.
Por otro lado, las luces provienen de la industria química onubense, que tiene la desvergüenza de despedir miles de personas cuando sus beneficios están igual que antes de la crisis, y para colmo contaminan cada vez más. ¿Que no?
1 comentario:
Curiosa y original foto. Sin zapata pero igual de creativo. Si falla una opción siempre hay que tener un plan B.
Un saludo.
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