Destino Haití · Nadine Cardoso

En un perro de rescate la disciplina comienza a los pocos meses de vida. Se le dan mimos justos, nunca se premian las conductas con alimento ni se castigan con violencia, pocas horas de juego y sí mucha actividad física. Tienen que saber pedir con un ladrido, pero sobre todo deben ser sociables y poseer ese instinto aventurero de los perros más atrevidos. Cuando se ha conseguido todo esto, a penas pasado el año, se tiene que enseñar al perro a “jugar” al rescate. Digo jugar porque para que el perro se no se distraiga en tareas tan exigentes hay que hacer de la actividad un juego apasionante, hay que conseguir que el rescate sea prácticamente su vida. Estas características son una somera introducción al Método Arcón de adiestramiento canino para el rescate. En la expedición a Haití se ha buscado incesantemente a personas con vida entre los escombros, y gracias al esfuerzo de todo el equipo se han podido rescatar a tiempo a dos. León, Larry y Frodo, éste último el que queda retratado más arriba, han sido tan héroes como sus guías, llegando a soportar decenas de horas de vuelo metidos en un trasportín y a trabajar sin receso tantas horas por la supervivencia de los haitianos. Os dejo un impactante vídeo exento de morbo del rescate de los bomberos de BUSF a Nadine Cardoso.