Flores amarillas

Vamos a ir cambiando el tercio. Nunca un invierno fue tan duro, al menos no recuerdo ninguno tan lluvioso y con tan malas pulgas. Y es que llueve sobre lluvia que llovió sobre mojado, y como todos sabemos tanta agua no benefia a nadie. Pero soy optimista por naturaleza, y aunque a veces me puedan los agobios por los problemas de humedad de mi casa o por la necesidad de respirar más allá de las cuatro paredes de mi hijo, miro el beneficio que tiene para los fotógrafos, pues sin duda el adelanto que supone la floración nos tiene a muchos nerviosito perdío.

Deseando estoy sacar de paseo el macro y echarme unas vueltecillas por la marisma, por los pinares, parques... en busca de flores y/0 bichos. Ésta será la primera primavera que disfrutaré con un macro entre las manos, y si tengo tiempo (tarea harto compleja) espero traeros composiciones llamativas, armónicas, sorprendentes y perfectamente válidas para la impresión en papel, aunque sólo sea para archivar en la carpeta de mis mejores fotos.
Esta fotografía no es que sea gran cosa, pero me he animado a subirla cuando al procesarla vi la sombra de un pistilo en la flor más alta. La alegría que me ha dado este descubrimiento ha sido enorme, y es que los contraluces suelen esconder más de lo que parece.